jueves, 23 de julio de 2009

POR FIN

Voy camino de un mes aquí. Según el momento, a veces me da la impresión de que llevo ya una eternidad. En otros parece que pasa bastante rápido el tiempo. Me estoy integrando bien. Por la mañana desayuno con potencia, para luego a las 10.30 tomar un chocolate o algo así. Luego tomo mi lunch al más puro estilo holandés-wageningés: un sándwich y un zumo o algo de fruta frente al ordenador, poniendo cara de concentración entre bocado y bocado. Si estoy trabajando con mi portátil, tengo cuidado de que no caigan migas en el teclado. Si estoy con el ordenador que hay en la mesa del despacho me despreocupo un poco… ¡cielo santo! ¡no he visto cosa igual! ¡teclao con más mierda que teclas! ¡chorreones de café acumulados con el tiempo! Si pongo una taza y vuelco un poco el teclado llega pa un cortao por lo menos… Porque café aquí toman un poco. Entendiendo por “poco”, tazas de café (con colmo) cada 50 minutos más o menos… Hay una máquina dispensadora de chocolates calientes y cafés de muchos tipos y hay un ir y venir continuo de gente. Retomando lo que os contaba de mi rutina, a las 4.30 ó 5.00 de la tarde recojo mis cosas y paso por my room, para ver si necesito algo del supermercado. Si es así, voy al C1000 a por avituallamiento. De primeras las cajeras te hablan en holandés… así que a veces, por no estar siempre con el "pleasenglish" hago como que me entero. Normalmente lo primero que me pregunta es “¿no tendrás las 15 sueltas?” (eso interpreto yo por la expresión de su cara después de mirar el billete que le he dado). Lo siguiente es “¿quieres los sellicos?” (aquí hay unas cartillas y te van dando sellos para pegarlas y al final te dan algo que no sé lo que es, porque no consigo traducirlo…) Y la última pregunta es “¿quieres el ticket?”. Así que cuando tengo el día tonto, con tres nothankyous salgo airosa. Eso sí, como un día me cambien las preguntas de orden o me estén preguntando otra cosa, la voy a liar parda… Bien. Después de comprar, vuelvo a my room. Dejo las cosas y suelo aprovechar para pensar un poco en mi siguiente entrada del blog. La medio escribo y busco algunas fotos de acompañamiento para subirlas al día siguiente (sobre esta hora, cuando el descanso para el chocolate). Después, ceno o voy antes a dar una vuelta con la bicicleta (si no está cayendo el diluvio universal). Y por fin… ¡por fin! ¡POR FIN! ¡POR FIIIIIIIIIIIIN! después de casi un mes aquí ¡YA NO ME DUELE EL CULO DEL SILLÍN DE LA BICICLETA! Sí, ya me estoy integrando bien.
Os dejo unas fotos de uno de los últimos paseos en bicicleta.

1 comentario: